martes, 11 de noviembre de 2014

EL REGATEO: Una relación amor - odio




He pasado por etapas con esto del regateo, pero lo único importante a saber es que es inevitable. Es la forma de comercio por excelencia en los países árabes, Marruecos, Egipto, en Turquía, algunos mercados en Kenya y otros lugares del mundo…no puedes escapar porque siempre querrás comprar algo, usualmente una cosa que no necesitas.
Siempre, siempre los vendedores inflarán los precios para que así comience el juego del regateo. Para eso existe el té dulce que siempre ofrecen en las tiendas, para alargar el proceso.



Ante todo debes saber que el regateo no tiene barreras en el idioma. El vendedor siempre te entenderá, hables la lengua que hables, y a la vez hará que comprendas lo que quiere decirte. Primero te dan “el precio" y luego te preguntan que cuánto quieres pagar; tu debes ofrecer una cifra por debajo, pero nunca tu último precio. Así están por un rato. Yo siempre me hago una idea de lo que creo que vale el objeto que me quiero llevar y llego hasta ahí. El contrapunteo dura un rato, y al final el vendedor decide si te lo vende o no. Lo único importante es que si aceptas el precio, no te puedes echar para atrás. Si lo haces, el comerciante lo considera una ofensa y se molesta realmente. 



Al final pueden ocurrir dos cosas: una es que sientas que regateaste tanto que estas pagando menos de lo que vale y que el vendedor está perdiendo plata. Bueno, yo creo que eso es imposible y hay que resistir la tentación de ultima hora de darle un poquito más de los ofrecido; y lo segundo, es que no vaya bien el proceso del regateo y ya no quieras la cosa y te persigan intentando convencerte de comprar. Terminas agobiado y sin ganas de regresar a los mercados. 


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